sábado, febrero 11, 2006

Vacuidad

No tengo nada en la cabeza. Contaré que desde hace algún tiempo estoy haciendo un gran esfuerzo por no pensar en las cosas que pasan que me dan pena-rabia. Desde hace un tiempo, así como "unas semanas". Dos o tres, no más. No sé si se nota, no se si lo noto. Sólo se que:

-he pintado 2 cuadros
-he hecho tres plantaciones


Todo lo anterior, completo. O sea, estoy ganándole a la in-voluntad. No dejé nada a medias y hoy pinté 4 cuadros amarillos a los que les pegaré unas láminas para convertirlos en un collage.

Así y todo hoy pensé en la honestidad de las personas. Hay gente que cuando está realmente apenada se vuelve honesta y cuando anda solucionada se pone soberbia. Yo he acompañado a muchas personas en su fase de tristeza máxima y a medida que han ido saliendo de eso se ponen levantados de raja y se olvidan de que uno vino y le aguantó el llanto. A mi eso no me importa nada, pero tengo una amiga a la que eso le duele tanto, que sufre, y se pregunta, "¿cómo es que nos alejamos si yo era su apoyo?". Yo le digo que es parte de la libertad.

En mí todo es no-pensamiento, realidad deconstruida, ganas reales de dejar de sentir que el mundo este no me toca. Que esta sociedad a la que se le mueren los soldados congelados, o dónde una madre de cinco hijos queda abandonda comiendo su propia mierda y con una megaempresa como el METRO que no tiene una política de protección con respecto a los animales que entran a sus vías, no me hace ningún daño.

Que esta realidad de mierda no es realmente mía.


Yo estoy haciendo un esfuerzo grande.